Mi hijo tiene TDAH
¿Puedo tenerlo también yo?
El trastorno por déficit con Hiperactividad (TDAH), es una condición que se puede transmitir de padres a hijos.
Es heredado en el 60% a 70% de los casos: varios padres de niños hiperactivos tienen también este padecimiento, y lo descubren cuando llevan a sus hijos a consulta.
Muchos adultos con TDAH creen que su comportamiento es normal, pero presentan dificultades en sus actividades diarias:
• Tienen problemas en finalizar proyectos.
• Se les dificulta tener las cosas en orden.
• No recuerdan citas u obligaciones.
• Les cuesta trabajo concentrarse para realizar un proyecto.
• No pueden evitar jugar con las manos u objetos todo el tiempo ( Blackberry)
• Se sienten muy activos o impulsados por un motor.
• Son descuidados.
• Se aburren con facilidad.
• Les cuesta trabajo poner atención cuando les hablan.
• Pierden u olvidan las cosas con frecuencia ( celular, las llaves)
• Se distraen con cualquier ruido a su alrededor.
• Les cuesta trabajo relajarse.
• Hablan demasiado cuando están con otras personas.
• Finalizan las frases de otras personas.
• No le gusta esperar y se desesperan con facilidad.
• Interrumpen a otras personas mientras trabajan.
El TDAH es una condición que “no se cura”, y puede pasar desapercibido en la infancia. Si no es diagnosticado y tratado adecuadamente, puede interferir seriamente en la calidad de vida de quien lo padece, produciendo:
• Problemas laborales ( despidos, peleas)
• Mayor riesgo de accidentes de tráfico.
• Rechazo por parte de amigos o pareja.
• Mayor riesgo de alcoholismo o abuso de sustancias.
Es importante que si tiene usted un hijo con TDAH, o se identifica con alguno de los problemas que presentan las personas con TDAH, acuda con su médico para que lo valoren y pueda descartarse este trastorno.
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